Café para dos

18.5.08

A las seis en el bar de la esquina,
ella se sonroja,
él la mira y no baja la mirada.
Allí todo el mundo se detiene,
los segundos son eternos porque están juntos,
están juntos queriendo que sea para siempre,
están juntos como nunca soñaron que iban a estarlo.
El sol de la tarde se apaga y se enciende la noche, pero ellos no perciben nada,

sólo siguen mirándose y el café, en la mesa para dos, se empieza a enfriar.

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